sábado, 27 de agosto de 2011

:: Un hombre sabio ::



Había una vez un discípulo de un filósofo griego al que su maestro le ordenó entregar dinero durante tres años a todo aquel que le insultara. Una vez superado ese período de prueba, el maestro le dijo: “Ahora puedes ir a Atenas y aprender sabiduría”. Cuando el discípulo llegó a Atenas vio a un sabio sentado a las puertas de entrada de la ciudad que se dedicaba a insultar a todo el que entraba y salía. También insultó al discípulo, que se echó a reír. “Por qué te ríes cuando te insulto”, le preguntó el sabio. “Porque durante tres años he tenido que pagar por esto mismo y ahora tú me lo ofreces gratuitamente”, contestó el discípulo. “Entra en la ciudad –le dijo el sabio-. Es toda tuya…”


El arte de la felicidad. Un nuevo mensaje para nuestra vida cotidiana,
Dalai Lama con Howar C. Cutler

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